La sensación de saciedad es una sensación física con la que todos nacemos. Esta sensación nos advierte de que ya hemos comido suficiente y tenemos energía en el cuerpo.
Pero esta sensación muchos la perdemos durante tu infancia, seguramente lo que oíste de tus padres o cuidadores.
Si no te lo comes todo, no saldrás a jugar.
La insistencia durante la infancia en que comamos todo lo que hay en el plato hace que la sensación de saciedad se apague.
La clave para recuperarla es comer conscientemente.
Parece que todos creemos que disfrutamos comiendo, pero en la mayoría de las veces no es cierto. Cuando comes distraídamente, deprisa y rápidamente el cuerpo no procesa correctamente la comida.
¿Qué vas a encontrar en este post?
La importancia de procesar correctamente la comida
Comer con intención hace que empieces a degustar y saborear realmente lo que estás masticando.

La sensación de saciedad es diferente de sentirse lleno y suele confundirse. Esta sensación significa que hemos comido demasiado y no podemos más.
La recompensa del placer al comer
El cerebro recompensa que comamos sintiendo placer. Así, y desde la Universidad de Michigan, psicólogos como el doctor Kent Berrdige nos señalan en un estudio que deberíamos hablar ya de una neurociencia del placer.
La mayoría de las personas se comen todo lo que hay en el plato y éste es uno de los hábitos negativos que les han hecho engordar porque comen constantemente más de lo que su cuerpo necesita.
Imagina a lo largo de los años, cuántos kilos de más has puesto en tu cuerpo por acabarte siempre lo que hay en el plato.
Ahora imagínate haciendo lo contrario, parando de comer cuando sientes saciedad resulta que comes menos, progresivamente, sin esfuerzo y adelgazas de una forma natural y saludable.